Día del parto
Escribo el 7 de Julio del 2021.
Una semana antes fui al doctor (Con los bultos preparados por sí era el día) y el doctor me dijo que tenia 2 cm, que pronto ya iniciaba la labor de parto, me fui muy entusiasmada a casa y la cara de Carlos (mi esposo) cuando le dije, fue #priceless; después de 9 meses de espera... al fin se acercaba el día. Ya andabamos para todos lados con los bultos de la clínica, porque sabíamos que en cualquier momento sucedía.
Una semana antes fui al doctor (Con los bultos preparados por sí era el día) y el doctor me dijo que tenia 2 cm, que pronto ya iniciaba la labor de parto, me fui muy entusiasmada a casa y la cara de Carlos (mi esposo) cuando le dije, fue #priceless; después de 9 meses de espera... al fin se acercaba el día. Ya andabamos para todos lados con los bultos de la clínica, porque sabíamos que en cualquier momento sucedía.
El lunes 30 de noviembre en la noche me iniciaron las contracciones seguidas, pero como duraban un buen tiempo entre una y otra me fui a dormir. Trataba de contabilizarla pero el sueño me vencía. Ya a la 1 am (1 de diciembre) comenzaron más seguidas y mas dolorosas, me desperté porque ya era incómodo y también porque así las podía contabilizar.
Me habían dicho que mientras me dieran las contracciones caminara, que eso me ayudaría con el dolor, así que me puse unas medias (para no despertar a los vecinos del piso de abajo) y empecé a caminar cada vez que me daban las contracciones. Era una mezcla entre emoción y dolor. Al fin conocería a mi pequeñito, a mi hermoso tesoro.
Cómo a las 2 am recordé que el árbol de navidad no estaba bien puesto, así que entre una contracción y otra lo iba a arreglando, preparándolo para la llegada de Rodrigo. No quise despertar a mi esposo para que tuviera fuerzas para el día siguiente, sabía que sería largo. Me habían dicho que después de iniciar la labor de parto, es posible que durara como 10 horas para dar a luz, por eso me quede en casa mas tiempo.
A las 6 am ya cada contracción estaba mucho más dolorosa y seguida, así que desperté a mi esposo para ir a la clínica, con mucha esperanza de que cuando llegara ya el tiempo que espere no sea tanto.
Le escribí por what'sApp a la familia mas cercana y a nuestros amigos, diciéndole que ya iba camino a la clínica. Todos muy emocionados ya estaban atento a cada mensaje. Que emoción!!
Recuerdo que al salir del residencial nos encontramos con un enorme tapón y era tanto el dolor que quería caminar en el tapón. Me aguanté y esperé a la clínica.
Como una semana antes (exacta) tenía 2 cm y tenía desde la 1am con contracciones seguidas, pues llegué emocionada porque me revisaran, para que ya me dijeran que tenía al menos 4 o 5 cm. Nunca había estado tan emocionada por haber llegado a emergencias. Me revisan la presión, me hacen ciertas preguntas y me chequean para confirmar los cm... Tenía casi 3 centímetros... me quería morir!! Debo tener 10 cm para dar a luz y aproximadamente toma 1 hora por aumentar 1 cm. Se ingresa a la clínica con al menos 4 cm. Desde que la enfermera salió se me salieron 2 lágrimas y una tristeza profunda me invadió al pensar que tendría que regresar a casa sin haber dado a luz. La enfermera dijo que llamaría a mi médico a ver que pensaba. Gracias a Dios mi doctor aceptó que me ingresaran, debido a que ya tenía 40 semanas y media, sentí mucha paz cuando me dijeron eso. Ya iniciamos los preparativos: Carlos se fue a comprar su desayuno (porque yo no podía comer nada), le escribimos a mi familia y mi hermana sin problemas se ofreció a quedarse conmigo esa noche (como Carlos se iba a quedar conmigo en el día y también tenemos un perro llamado Jimmy que tampoco quería que amaneciera solo), le informamos a la familia cercana que tenía casi 3 cm y nada... a esperar!
Me subieron a la sala pre-parto. Cómo estábamos en medio de la pandemia Covid-19, no podía tener ningún familiar conmigo, en ese momento solo estábamos la enfermera y yo. El doctor llegó a las 9:30 am, me ayudó y pude llegar a los 4 cm. Me dijo que debía de esperar y que volvía mas tarde. Cada minuto era cada vez mas eterno (porque a todo esto, mientras mas tiempo pasaba, mas dolorosa se volvía la contracción y mas frecuente era; y todo con el estómago vacío). Aproximadamente a las 2:00 pm llegó otra vez el doctor y tenía 5 cm, me dijo que si no avanzaba mas rápido, tendrían que ponerme oxitocina (mejor conocido como pitosín). Luego, como a las 1:30 pm, llegó otra paciente del mismo doctor para dar a luz, llegó con 6 cm y al parecer con MUY poco dolor, porque estaba muy relajada y tranquila. No puedo mentir, la envidiaba (según el doctor una de las razones por la que le dolía menos, es porque había dado a luz antes).
Para avanzar un poco mas rápido, me pusieron en el suero la oxitocina, uuuuy!! sentía como si mis venas estuvieran fluyendo con una presión enorme, la sensación es dificil de explicar, pero era como entre dolor, ardor... una mezcla horrible. Al poco rato le dije a la enfermera que parara el suero, al menos que me diera un descanso porque no aguantaba. El doctor como vio que ya los centímetros avanzaban, permitió que me pararan el suero y rompió la membrana donde estaba el bebé.
Estaba loca por salir de eso, la cama ya estaba llena de sangre y agua, me sentía sucia, con dolor... ya quería que se acabara.
Como a las 6:00 pm me pusieron la aguja en la espalda por donde pasaría la anestesia, me aplicaron luego un poquito para que pudiera descansar entre contracciones. A las 6:30 dejaron a Carlos entrar, fue un alivio verlo al menos por unos minutos (debido al covid no lo dejaban entrar conmigo y solo permitieron que entrara 5 minutos escondidos de los jefes), verlo me daba fuerzas. Luego se fue y quedé sola otra vez. Recuerdo que me toqué la barriga y le dije al bebé: No se si me escuchas, pero debemos hacer esto juntos, necesito que salgas, me duele mucho, ayúdame a terminar esto, vamos, podemos lograrlo. Y en mi mente, simplemente confié que me escuchó y eso me dio un poco de paz, esperanza y energía.
Aproximadamente a las 7:30 pm, el doctor me midió y me dijo que aún tenía 9cm, así que no estaba lista; luego midió a la otra paciente que tenía y ya tenía los 10 cm (que es el punto donde te llevan a quirofano y daz a luz). En ese momento me sentí muy impotente, sentía que el doctor se iba y me dejaba, que el momento se alejaba mas, que no saldría de eso por mucho tiempo. Me puse a llorar desesperada, aguantando todo el dolor (porque para entonces no tenía nada de anestesia). A los 5 minutos una enfermera entró diciendo que la otra paciente había dado a luz... que bueno por ella pero, y yo? Sentía que ya no podía aguantar mas dolor, y a los minutos llamé a la enfermera y le dije que estaba lista, que ya debía tener los 10cm. Corriendo fue a avisarle a mi doctor (que estaba en el quirofano aún con la otra paciente cociéndola), la anestesiologa (un angel en ese momento) le dijo al doctor que podía ofrecerse a revisar si realmente estaba lista para entrar a quirófano. Cuando la vi llegar, me sentí tan feliz de que por lo menos intentaran ver si estaba lista. Me midió y (no se si fue por la rápidez y mis nervios) me dijo que sí, que ya tenía la medida. Entre los dolores de las contracciones, la anestesióloga y la enfermera, me pasaron a una camilla de traslado y me llevaron velozmente al quirofano. Yo recuerdo que ni abrí los ojos en el trayecto de todo el dolor que tenía, sentía que me moría. Ellas me decían que se veía la cabeza del bebé, que no me preocupara, que ya el momento llegó.
Llegamos al quirófano, me pasan a la camilla de dar a luz y llega mi ginecólogo, me mide luego me mira y me dice: Migdalia, aún no estás lista, tienes 9 centímetros aún... ya se imaginan como me sentía.. en ese momento vi una puerta, por donde salían y entraban enfermeras, así que lo primero que se me ocurrió fue salir de la cama e irme corriendo, sentía que ya no podía aguantar mas, quería irme lejos, tirarme en un piso a llorar, quería encontrar a Carlos y mi hermana que estaban afuera y me dieran un abrazo, quería encontrar un lugar cálido en vez de ese lugar tan frío, quería comer algo porque tenía desde la noche antes que no comía, quería tener a mi bebé, quería cargarlo, mirarlo a los ojos, ver a quién se iba a parecer, escucharlo llorar y ver que sus pulmones funcionaban bien, abrazarlo y decirle que todo estaba bien y que ese proceso tan horrible para ambos, donde nos estabamos desacomodando a lo que teníamos tanto tiempo acostumbrados, ya se había terminado, que juntos lo habíamos logrado...
Me puse a llorar y mi doctor me llamó por mi nombre fuerte y cuando lo miré me dijo tranquilamente:
"si no te calmas, no lo podrás lograr, aún falta un rato, debes tranquilizarte para que no gastes las energías que te quedan".
"si no te calmas, no lo podrás lograr, aún falta un rato, debes tranquilizarte para que no gastes las energías que te quedan".
Cuando lo dijo, pensé: tiene razón, debo lograrlo.
-Iré a terminar de cocer a la otra paciente, en lo que completas el cm que te falta. Te puedes quedar aquí ya (en el quirófano), y si cuando llegues no has terminado de completar los cm, te ayudaré." Me dijo el doctor y se fué.
Luego unas enfermeras decidieron limpiarme un poco todo el agua y sangre que me salía, y comenzaron a arreglar el lugar donde me enganchan los pies. Lo movían y lo movían y no conseguían encajar correctamente donde estaban mis pies y cada vez que lo movían me dolía aún mas, era como una pesadilla. Respiraba profundo porque aún debía esperar.
-Agarra este pie para que intercambiemos los aparatos a ver si es que están al revés" Le decía una enfermera a la otra".
-No, creo que hay que ponerlo hacía abajo (lo movía)
-Segura? Para mi que va para este lado (lo movía)
Ahí duraron un buen rato moviendo mis piernas de un lado para otro, tratando de "arreglar" la camilla. Hasta que llegó un punto que no aguantaba mas y le dije: les falta mucho? -
A lo que una me contesto: -Solo tratamos de acomodarte
Así que les dije: -Esta bien así (realmente eso no me importaba, solo quería que me dejaran tranquila)
Y ya, me dejaron tranquila (en ese momento solo pensé: si lo hubiese sabido, se los digo desde que iniciaron).
Mas tarde llegó el doctor y efectivamente, aún seguía con 9 cm (y la otra paciente camino a su habitación). Me explicó el procedimiento para terminar mas rápido, como debía pujar en cada contracción y que me iba a abrir un poco con los dedos para ayudarme a completar los cm. Pensé en Rodrigo y el deseo de que casi lo iba a ver, me daba fuerzas. Iniciamos, en cada contracción escuchaba que me decía con mucha energía: Muy bien Migdalia, muy bien, sigue así, sigue así.... luego paraba la contracción y me decía: ok, descansa, continuamos en la próxima contracción. Eso sucedió muchas veces, así pasamos unos 25 minutos aproximadamente. Se dio cuenta que la contracción no completaba porque había un pedacito de la cabeza que estaba un poco atascado en la abertura del útero (creo) y al no terminar de bajar no completaba los 10 cm. Decidió hacerme una episiotomia pequeña, para evitar que si la cabeza era muy grande no me abriera de mas, me puso anestesia local y así hizo la abertura.
Una enfermera entró y dijo: Tu esposo es un alto? (es facil reconocer a Carlos, ya que mide 6.5 pies de altura), le dije que si. Y me dijo: Está desesperado ahí afuera, ya quiere que salgas". El doctor y yo sonreimos y eso me dio fuerzas. Aunque no estaba conmigo, saber que estaba ahí afuera esperando cada segundo saber de mi o de Rodrigo, me hacía sentir que estaba a mi lado y eso me ayudaba mucho. Luego continuamos con el mismo procedimiento, en cada contracción lo seguíamos intentando. Hubo un momento en que el doctor me miró y me dijo una vez mas: la cabeza está ahí mismo, la puedo ver, se le ve el cabello (tenían desde que llegué a 9cm diciendome eso), ya casi salimos de esto. Continuamos con otra contracción y al terminar me dijo: Para que veas que no miento, le haremos el primer corte de cabello". Sacó unas tijeras, la entra por ... y de repente veo un puñito de pelo negro cortico... wao, que hermoso, y solo pensé algo como: si está ahí, ese es el pelo de mi bebé, fue una emoción inexplicable (felicidad, esperanza, dolor aún, pero mucha esperanza, amor...), luego vino otra contracción y escuché al doctor volver a decir: muy bien, muy bien... pero no salió. Esta vez me dolió mas y me dijo:-en el próximo ya sale, tienes que hacerlo con todas tus fuerzas, quieres agarrarlo cuando salga?-. Le dije que no rápidamente, tenía miedo que se me cayera o algo asi (aunque el doctor estaría ahí), pero igual dije que no. Vino la otra contracción y puje y puje y puje, solo escuchaba: muy bien Migdalia, muy bien, muy bien, sigue... las enfermeras a mi lado diciendo: ya casi, vamos tu puedes... la anestesióloga justo a mi derecha, con la aguja en la mano, solo esperando que salga el bebé para inyectarme la anestesia y acabar con mi dolor, y me decía: vamos, tu puedes... sentía que ya las energías no me iban a dar, pero el doctor me había prometido que sería el último así que seguía pujando... el pediatra estaba al lado del gineco, esperando que saliera el bebé para hacer todo el procedimiento y pujaba, pujaba y POR FIN... salió el bebé... UUFF!! Fue un alivio INSTANTÁNEO.
Sentí que se me desinfló la barriga, que todo el dolor se fue, de inmediato inició la algarabía en el quirófano, todos estaban felices y de inmediato inició todo el procedimiento. El doctor me puso el bebé en mis brazos y ambos nos miramos... no se explicar bien ese momento... es como si ambos nos dijeramos: En serio eres tu? ... le dije: hola Rodrigo, soy tu mami, todo va a estar bien-. El me miraba con cara extrañado, como que no entendía que pasaba. Luego ahí iniciaron a evaluar su respiración, ojos, etc. y ahí inició a llorar. Luego lo cargaron y se lo llevaron, para bañarlo, limpiarlo, enseñarselo a Carlos que sabía que debía estar desesperado... respiré profundo y sentí PAZ.
Nació a las 8:54 pm, de 7.5 libras, 20 centímetros.
Me puse a hablar con el doctor mientras me cocía, ya estaba relajada y tranquila. Luego al salir de la habitación a quien primero vi fue a Carlos junto con mi hermana. Se veía su cara de alivio cuando me vieron. Me llevaron a la habitación. Me acomodé. Ahí me contaron todo lo que habían pasado. Carlos me dijo que estaba desesperado porque en todo el día nadie le decía ninguna información ni actualización sobre como estabamos o en que estado estabamos, así que no sabía nada. Y como aproximadamente las 4:00 pm les dejé de escribir por el celular, porque con el dolor no podía, así que solo pasaban las horas, veían personas salir y entrar y no sabían nada, hasta que alguien (la enfermera que dijo que Carlos estaba desesperado) le dijo que ya estaba en quirófano. Pero ya, estaban todos aliviados y felices de que todo salió bien.
Mas adelante llegó Rodrigo, justo con la ropa que elegí para él. Una ropa naranja con un monito, se veía hermoso, abrigadito y ñoñito. Me lo dieron y sentí una paz y una felicidad como nunca antes. Luego Carlos lo cargó diciendo: wao, mira esto, no puedo creer que sea nuestro hijo...
Lo mirabamos y no podíamos creerlo. Fue hermoso.
Un día lleno de dolor, pero también de esperanza y amor.

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